Digestivas, con muchas vitaminas, saciantes naturales, antioxidantes: las semillas parece que sólo presentan ventajas para el organismo y la salud. Hoy te mostramos 3 semillas que cuidarán tu cuerpo, ¿quieres conocerlas?
1. Las semillas de hinojo para la digestión
Originario del litoral mediterráneo, el hinojo seducía ya en su tiempo a los egipcios, que lo masticaban para tener un buen aliento, gracias a su sabor parecido al del anís.
El hinojo es bueno para la digestión: estimula los intestinos, regula el tránsito y reduce la hinchazón. El hinojo también es un excelente diurético, y sobre todo preserva el equilibrio ácido-base del organismo, habitualmente bastante ácido.
El hinojo se consume así: una gran cucharada espolvoreada sobre una ensalada de endivias o en una ensalada cruda. También se puede añadir a la carne blanca, tipo ave, o a un pescado cocinado en papillote. Para los incondicionales del queso, lo ideal es poner algunas semillas de hinojo sobre un trozo. El queso puede ser curado, fresco, o semicurado.
2. Las semillas de anís para relajarse
El anís estrellado tiene muchos años de historia. El escritor Plinio, el Antiguo ya hablaba en su época de sus beneficios, en el siglo I d. C. Fue Marco Polo quien introdujo el anís, originario del China, en Europa.
Al igual que el hinojo, el anís juega igualmente un papel clave en la digestión, ya que reduce la hinchazón y refresca el aliento. También alivia la tos grasa, calma los momentos de estrés y facilita el sueño.
Para consumir las semillas de anís lo ideal es utilizar dos o tres estrellas de esta especia. Se puede condimentar una carne blanca, un plato al horno, o incluso chupar como un caramelo para quitar el mal aliento.
3. Las semillas de cañamo
Comer semillas de cáñamo le da al cuerpo todos los aminoácidos esenciales necesarios para el mantenimiento de la salud, y proporciona las clases necesarias y las cantidades de aminoácidos que el cuerpo necesita para fabricar globulinas séricas de albúmina humana y suero, como las gammaglobulinas que mejoran el sistema inmune. Comer semillas de cáñamo podría ayudar, si no curar las personas que sufren de enfermedades de inmunodeficiencia.
Esta conclusión es apoyada por el hecho de que las semillas de cáñamo son utilizadas para tratar las deficiencias nutricionales causadas por la tuberculosis, una enfermedad nutricional severa de bloqueo que hace que el cuerpo se atrofie.
Estas son 3 semillas que debes incluir en tu dieta si quieres un perfecto estado de salud. ¿Cuál de las 3 ya conocías? ¿Y cuál es tu favorita? ¡Cuéntanos!