Las propiedades del carbón vegetal empiezan a redescubrirse de nuevo ya que es un remedio muy bueno y con un sinfín de propiedades para nuestra salud.
El carbón vegetal es considerado como un remedio útil en caso de problemas digestivos, siempre y cuando sea consumido como complemento dietético y, obviamente, no sustituya el seguimiento de una alimentación variada y equilibrada.
Es considerado incluso como el adsorbente natural más interesante, una cualidad que le permite atraer y retener en la superficie de un cuerpo iones o moléculas de otro, siendo capaz de fijar sobre su superficie toxinas, gases, bacterias y otras sustancias no beneficiosas para nuestro organismo.
Por ello, muchos especialistas en salud aconsejan su consumo en el momento en que exista envenenamiento o intoxicación alimenticia.
¿De dónde y cómo se obtiene el carbón vegetal?
El carbón vegetal (también conocido con el nombre de carbón vegetal activo) se obtiene del coco, carbonizando su cáscara. También suele partirse de otros carbones vegetales, como la turba o la madera, y se deshidrata, carbonizan y activan.
Beneficios del carbón vegetal
Como indicábamos al comienzo, como complemento alimenticio ayuda de manera puntual a la hora de reducir los gases.
En caso de existencia de fermentaciones intestinales causadas por un consumo elevado de azúcares, el carbón vegetal ayuda a reducir el mal aliento.
También resulta interesante en caso de diarrea aguda, ayudando a calmarla.
¿Cómo usar el carbón vegetal?
No se aconseja su consumo junto con alimentos, ya que por su cualidad absorbente impide que nuestro organismo pueda aprovechar sus diferentes nutrientes esenciales.
Para que realmente sea eficaz lo más adecuado es ingerirlo varias veces al día, dos horas antes de cada comida y única y exclusivamente acompañado de agua.
Efectos secundarios del carbón vegetal
Los efectos secundarios del carbón activado son estreñimiento y heces de color negro. Efectos secundarios más graves pero muy poco frecuentes incluyen desaceleración o bloqueo del tracto intestinal, regurgitación en los pulmones y deshidratación. Hay que tener precaución en embarazo y lactancia y cuando hay un bloqueo gastrointestinal (GI) o movimiento lento de los alimentos a través del intestino. Hay síntomas reportados incluyen nauseas, vómitos, constipación y obstrucción de los intestinos. Estos casos son poco frecuentes y generalmente ocurren cuando alguien ha tomado altas dosis. Si tienes alguna enfermedad en el hígado o los riñones, habla con tu proveedor de salud antes de ingerir