Los chícharos son semillas redondas, pertenecen a la familia de las legumbres, son de textura muy suave y su color es verde brillante, por lo que le dan a nuestro organismo un gran poder nutritivo. Se comercializan en el mercado, congeladas, enlatadas, secas y frescas.
Estas exquisitas legumbres, se pueden utilizar en variadas preparaciones, desde ensaladas, guisos hasta en tartas y todas aquellas que la imaginación nos permita realizar.
Son excelentes para regular y generar la energía que necesitan los músculos durante la práctica de actividad física; ayudar al metabolismo en los nutrientes provenientes de otros alimentos, y mantener controlados los niveles de azúcar en sangre (glucemias).
Todos estos beneficios que obtenemos de los chícharos se deben a que son ricos en hidratos de carbono, proteínas del tipo vegetal y fibra. Además aportan al organismo, vitaminas del complejo B y A, además de una excelente calidad de betacarotenos, que actúan en contra de los radicales libres encargados del envejecimiento prematuro.
Son ideales para niños y jóvenes en crecimiento, ya que aportan las proteínas necesarias para el desarrollo y renovación celular.
Entre los minerales que nos aportan los chícharos, también conocidos como arvejas, encontramos potasio, hierro y también fitoquímicos como luteína, zeaxantina y carotenos de calidad.
Son sin duda una extraordinaria opción más en la dieta diaria, que podemos tener en cuenta a la hora de variar nuestros platos sin perder nutrientes y alimentarnos sanamente.
El aporte energético es muy diferente si se trata de chícharos frescos (unas 74 kcal/100 g) o de chicharos secos (con un contenido calórico de unas 317 kcal/100 g). Este contenido calórico es debido principalmente a la presencia de hidratos de carbono (56%) y proteínas (21,6%), ya que su contenido en grasa es poco significativo (2,3%).