Los guaraníes acudieron a ella por más de 1.500 años. Desde siempre, ha sido empleada en la cultura paraguaya y brasileña para endulzar tés y preparar remedios naturales. Sin embargo, no fue hasta hace unos meses que la stevia y sus beneficios alcanzaron fama mundial. Y tú, ¿tienes idea de en qué consisten? Estas son las razones para agregarle sabor a tus días con este endulzante natural.
1. Pocas calorías
Para empezar, esta hierba contiene muy pocas calorías y es 40 veces más dulce que el azúcar. Esto la convierte en una buena estrategia para reducir la ingesta calórica de nuestro día a día y eludir las numerosas calorías vacías que nos aporta el azúcar.
2. Muchos antioxidantes
En las hojas de la stevia se escoden una amplísima variedad de compuestos antioxidantes. Todos ellos son muy útiles para proteger a nuestro cuerpo del efecto perjudicial de los radicales libres y así atenuar el proceso de envejecimiento celular. Asimismo, esta fuerte carga antioxidante es muy efectiva en la prevención de enfermedades severas, tales como el cáncer de páncreas.
3. Niveles de azúcar en equilibrio
Más de un estudio ha demostrado que la ingesta de stevia hace que el intestino termine por absorber menores cantidades de glucosa. Este efecto consagra a este endulzante natural como uno de los mejores reguladores de los niveles de azúcar en sangre.
4. Balance de presión arterial
Algunos de los glucósidos presentes en la stevia contribuyen a dilatar los vasos sanguíneos y estimulan al organismo a que elimine los excesos de sodio. Por estos motivos, el consumo de esta hierba suele ser recomendado a personas conhipertensión.
5. Dientes sanos
Por tratarse de un endulzante natural sin carbohidratos, la ingesta de stevia no promueve el crecimiento de la bacteria Streptococcus mutans, que es la responsable de las caries. Esto significa que, a diferencia del azúcar, esta hierba es una excelente aliada de la salud bucal.
Y, por si todos estos beneficios no fueran suficientes, la stevia es también muy rica en todo tipo de vitaminas y minerales. La mayoría de estos no pueden encontrarse ni en el azúcar, ni en ninguno de los endulzantes artificiales.