El wheatgrass, pasto de hierba o hierba de trigo ha sido de las más recientes incorporaciones al grupo de los denominados superalimentos o "superfoods", el cual cada vez se vuelve más amplio.
En la actualidad existe un mayor interés por saber lo que comemos y alimentarnos de manera sana. Por ello, no resulta extraño el resurgimiento de los mercados tradicionales –sobre todo en las grandes ciudades– y la creciente moda de los denominados superalimentos, tales como las ya de sobra conocidas semillas de chía, bayas de Goji o espirulina.
A pesar de las reticencias que, de primeras y por nuestras latitudes, pueda provocar el hecho de beber hierba, en Estados Unidos es un hábito generalizado.
La hierba de trigo verde, también conocida como pasto verde, es en realidad el brote tierno procedente de la semilla de trigo, con una germinación de unos doce o trece días, que es cuando sus niveles nutritivos y minerales están más elevados. Teniendo en cuenta estas características, muchos la incluyen dentro del grupo de superalimentos, ya que este es un grupo que tiene un valor nutricional muy denso. Esto se traduce en que nos aportan una considerable cantidad de micronutrientes y otros elementos como vitaminas, minerales, antioxidantes, aminoácidos, ácidos esenciales, enzimas activos, fitonutrientes, fibra, entre otros, a la vez que aportan pocas calorías. Para proteger la supercalidad de sus nutrientes, los 'superfoods' deben ser orgánicos y crudos, y en algunas ocasiones estarán mínimamente procesados, como, por ejemplo, el cacao.
Qué propiedades aporta la hierba de trigo
El 'wheatgrass' es abundante en minerales, sobre todo de los más alcalinos. Tiene elevadas cantidades de magnesio, hierro y calcio. Esto lo convierte en un potente agente alcalinizante, coadyuvante de la disminución de los niveles de acidez y de toxinas en nuestro organismo, que tienden a ser elevados en dietas ricas en azúcares y alimentos refinados.
Incluso hay quien afirma que es un buen tratamiento para el cáncer y contra los efectos secundarios derivados de los tratamientos de quimioterapia. Estudios concluyen que ingerirlo mejora los niveles de hemoglobina en sangre, evitando la aparición de anemia asociada al cáncer. Por tanto, beber el zumo de hierba de trigo "es una alternativa efectiva de transfusión de sangre".
El pasto de trigo tiene una gran abundancia vitamínica, es especialmente rico en vitaminas A, C y E. De hecho, dobla en vitamina A las zanahorias y supera en vitamina C a las naranjas. Por otra parte, constituye una fuente excepcional de clorofila, en torno al 70%, un compuesto que, además de ayudar a la fotosíntesis de las plantas, favorece la desintoxicación, la oxigenación y el transporte de la sangre.
Otra de las bondades que se le atribuyen a la hierba de trigo es la mejora del sistema inmunitario, en tanto que ayuda a la eliminación de las bacterias presentes en el sistema digestivo y a la recuperación de dolencias y enfermedades. Contiene también un buen número de enzimas esenciales –proteínas que nuestro organismo necesita para realizar la mayoría de los procesos biológicos y el desarrollo de las funciones celulares–, en especial proteasa, que ayuda a digerir las proteínas; amilasa, que es una gran facilitadora de la digestión, y citocromo oxidasa, que tiene efecto antioxidante.
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